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La última edición de la Cata del Vino propició un impacto en la economía de más de 2,1 millones

La trigésimo tercera edición de la Cata del Vino Montilla-Moriles, celebrada el pasado fin de semana en la explanada de la Diputación de Córdoba, alcanzó un “absoluto y rotundo éxito”, recibiendo la visita de 84.000 personas durante los días de su celebración y generando un impacto en la economía cordobesa de más de 2,1 millones de euros. Así se expresó ayer el presidente de la institución provincial, Antonio Ruiz, que hizo balance de la actividad junto al presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, Javier Martín.



Según Ruiz, “son datos muy significativos, a los que hay que añadir que la mitad de los visitantes está entre los 18 y los 30 años y otros aspectos como la innovación, con la tarjeta electrónica, o el cambio de copa, que ha sido un rotundo éxito y acogido con mucho gusto”. Asimismo, continuó el presidente de la institución provincial, “ha habido un incremento importante en la venta de vino joven ya que, aunque el vino fino sigue siendo el preferido, con el 47 por ciento de las ventas, un 30 por ciento fue de vinos jóvenes”.

Antonio Ruiz expresó su satisfacción porque “se han superado nuestras expectativas y estamos en el camino acertado”, algo que también fue posible “por la idoneidad de la ubicación de la Cata”. Además, insistió en que “existe una voluntad férrea de poner el vino cada día más en alza porque las cifras nos indican que es el camino acertado”.

El presidente del Consejo Regulador , Javier Martín, fue el encargado de presentar los resultados de un estudio elaborado por F&J Martín Abogados y Calma Ingenieros Consultores sobre el impacto económico de la XXXIII Cata del Vino Montilla Moriles. Según este estudio, de los 84.000 visitantes que recibió la Cata, el 62 por ciento procedía de la ciudad de Córdoba y un 23 por ciento de la provincia.

De los procedentes de fuera de la provincia de Córdoba –el 15 por ciento del total–, un 45 por ciento llegó de Madrid, un 35 por ciento de otros puntos de Andalucía, un 5 por ciento de Valencia y Cataluña y un 15 por ciento fueron extranjeros.

En cuanto a las preferencias de los vinos, Javier Martín reiteró que casi la mitad de los visitantes apostaron por los finos (47%), pero se incrementaron las ventas de los vinos jóvenes –que llegan al 35 por ciento–, seguidos de los olorosos y los amontillados, con un 10 por ciento, y el Pedro Ximénez con un 8 por ciento. Martín explicó que los ingresos obtenidos en el recinto de la Cata ascendieron a 558.512 euros, lo que arroja un gasto medio por visitante de 6,65 euros.

Por último, del estudio presentado se desprende que asistieron a la Cata 6.720 turistas, de los que 1.467 llegaron exclusivamente por la celebración del evento y el resto asistieron siendo otro el motivo de su viaje.

Martín resaltó el hecho de que “en muy poco tiempo conseguimos un tercio del impacto económico de otras fiestas como los patios”. En este sentido, hizo hincapié en que “las Administraciones públicas tienen que incentivar este tipo de eventos, como está haciendo la Diputación, porque tienen un efecto fundamental para la economía de Córdoba y la provincia”.

Por último, Martín anunció que durante el mes de octubr,e el Palacio de la Merced acogerá una nueva actividad titulada El Aleluya del vino joven, un evento con un formato distinto a la cata en el que “la idea es utilizar el Patio Barroco para que los ayuntamientos y las bodegas presenten sus nuevos vinos y que se conozca el producto que se acaba de vendimiar”.

REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL