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Juan Pablo Bellido | El último explorador

La Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid acogió este viernes un emotivo homenaje a Miguel de la Quadra-Salcedo, el último explorador. Un polímata, un sabio. Un hombre del Renacimiento que supo estar a la vanguardia en muchas de las facetas que abordó durante su apasionante vida. Ya fuera como deportista, como reportero de guerra o como embajador de la comunidad iberoamericana.



De la mano de antiguos expedicionarios de Aventura'92 y de la Ruta Quetzal, y gracias a la iniciativa de Arturo Gómez Quijano y de Carlos Pecker Pérez de Lama, un sinfín de periodistas y amigos subieron al escenario para compartir anécdotas de aquel fabuloso deportista olímpico al que no homologaron su plusmarca mundial pese a haber sacado la jabalina del estadio; del reportero de guerra al que todos deseamos imitar cuando iniciábamos nuestros estudios de Periodismo.

El pasado 20 de mayo –el mismo día que Cólon, pero 510 años más tarde, qué cosas– murió un enamorado de Andalucía. Un maestro de maestros al que la comunidad iberoamericana debe parte de su esencia. Porque si Félix Rodríguez de la Fuente fue “el amigo de los animales”, Miguel de la Quadra-Salcedo era, sin duda alguna, “el amigo de América”.



Y lo demostró con su mejor legado, la Ruta Quetzal, ese viaje iniciático que inoculó el amor por el Nuevo Continente a más de diez mil jóvenes de sesenta nacionalidades. Hoy, esos niños que un día pasaron por sus manos a lo largo de treinta expediciones se han transformado en auténticos embajadores de la interculturalidad y del mestizaje.

El dolor que provocó su partida en todos ellos, en todos nosotros, fue indescriptible. Pero el “espíritu del quetzal”, que es el suyo propio, permanece por siempre vivo en nuestros corazones. Y así quedó de manifiesto este pasado viernes en Madrid, en ese homenaje digno de un hombre excepcional que supo inculcar en sus pupilos el infinito amor que profesó a América. 

JUAN PABLO BELLIDO
FOTOGRAFÍA: ÁNGEL COLINA