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Federico Moccia: “España me parece un país limpio”

Desde 1992, después de que muchas editoriales le rechazaran el primer manuscrito, ha vendido en España un millón de ejemplares de A tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti. Tres veces tú es la tercera parte de una posible tetralogía. Gracias al boca-oreja, el primer libro de Federico Moccia se convirtió en un éxito, hasta el punto de que los lectores, si no lograban encontrar el libro, lo fotocopiaban. Sus novelas han sido traducidas a quince idiomas.



—“Este es un libro muy doloroso para mí”. ¿Sufre el autor con lo que le ocurre a sus personajes?

—Sí. Precisamente ha sido así. Y además me ha cogido de improviso. Siempre resulta difícil tomar una decisión porque de todas maneras siempre te dejas algo atrás.

—La escritura del libro ha sido difícil también por las expectativas que existían después del éxito de los dos primeros títulos. ¿Un libro nuevo siempre es un reto?

—En realidad, escribir este libro ha sido muy fácil porque conoces perfectamente a los personajes. Pero no conseguía comprender qué tipo de vida querían hacer. Escribir siempre es un desafío.

—Lectores de todo el mundo le escribían animándole a continuar la historia. ¿Piensa en los lectores y las lectoras cuando escribe?

—No. Estoy solo en una pequeña guardilla, con un poco de música. De vez en cuando miro por la ventana hacia afuera. Únicamente pienso en mis personajes porque tengo miedo a bloquearme o a que me limite.

—El tiempo también pasa por sus personajes. Ahora, todos son más maduros. A este paso, pronto lo leerán más adultos que adolescentes. O tal vez aquellos adolescentes que ya no lo son.

—No. Yo creo que la edad de los personajes es relativa. El primer libro, A tres metros sobre el cielo, aunque hablaba de chicos jovencísimos, lo ha leído gente de 40 y 50 años, que se acordaban de aquella época en que ellos tuvieron su primer amor. Pues ahora que son maduros, por eso no van a dejar de cometer errores de juventud.

—‘Tres veces tú’ está cargado de decisiones difíciles para sus personajes. Dice usted: “No quiero que les pase como me ocurrió a mí”. Cuénteme qué le pasó.

—Es difícil contestar a esta pregunta, porque en esta novela hay mucho de mi vida. Evidentemente, he cometido errores, pero yo creo que también lo comentan los personajes. Cuando dije esa frase, lo que quería decir exactamente era que es importante darte cuenta de lo que estás haciendo. Te puedes equivocar pero tienes que ser consciente de tu error.

—No descarta escribir una cuarta parte, pero aún no sabe cómo sería.

—Cuando escribí el primer libro, el 16 de noviembre de 1992 era la fecha de publicación, han pasado 25 años, de todas partes del mundo me pedían que escribiera este libro, pero yo he escrito esta tercera parte cuando ha sido mi momento, cuando me lo ha pedido mi corazón. Pues lo mismo, si llega el momento, quizá lo haga de nuevo.

—Su primera lectora es su hermana Valentina. Le dijo que cuando leyó el libro estuvo llorando hasta el amanecer. ¿Valentina es un buen filtro para saber cómo reaccionarán sus lectores?

—Sí. Porque ella lee de todo. Lee libros de gente más joven que se los aconseja su hija de 20 años. Y tiene un espíritu que en mi opinión es mi lectora ideal porque es romántica.

—Siete años se han llevado sus lectores esperando este libro. ¿Por qué?

—Porque para mí el libro no es como cuando voy a trabajar a televisión. Un libro me implica, me hace entrar en la vida y en la historia de los personajes, mirar atrás de sus ojos, sufrir o reírme con su corazón y evidentemente no estaba listo para hacerlo.

—De sus dos novelas anteriores se han vendido en España más de un millón de ejemplares. Y 2.500.000 de toda su obra. ¿No le da vértigo el éxito o ya se ha acostumbrado?

—No. No es porque esté acostumbrado. Yo no me siento cambiado. La mayor emoción que yo sentí cuando publiqué esa primera novela, corriendo yo mismo con los gastos, fue cuando yo vi a una chica que estaba leyendo mi libro. Yo a ella no la conocía de nada. Ella era mi primer público. Estaba en la playa y yo me paseaba delante de ella porque yo veía que se reía, y yo quería saber en qué parte del libro estaba. Ella me miró pero, claro, como no estaba mi foto en el libro, pensó seguramente que yo lo que quería era ligar con ella. Pero no siento vértigo, siento el placer de estar con quien ha leído estas historias.

—Creador del fenómeno fan de la novela romántica. ¿Le gusta que le califiquen así?

—Sí, aunque en mi opinión no es exacto, porque en el libro sucede de todo. En mi opinión, son libros que estudian el sentimiento, que hablan del sentimiento. Pero no solo es el amor.

—Decía que esta novela es muy autobiográfica.

—Sí. Está todo el comienzo de mi vida, cuando empecé a trabajar en televisión, las dificultades con las que me encontré, la mala gente que inevitablemente a veces te encuentras.

—Italiano, se siente a gusto en España. ¿Qué le gusta de este país?

—Me parece un país muy limpio. Me gusta sentir presente a la policía. A mí me parece que este país es un poco más ordenado que Italia.

ANTONIO LÓPEZ HIDALGO
FOTOGRAFÍA: ELISA ARROYO