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XXV CATA DE MORILES - DEL 21 AL 23 DE OCTUBRE DE 2023

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  • 27.12.22
Andalucía Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una denuncia del Comité de Empresa del Hospital de Montilla sobre la falta de personal en el servicio de Urgencias. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.


El Comité de Empresa del Hospital de Montilla, tras analizar la situación actual y hacia la que se dirige el servicio de Urgencias de nuestro centro, manifiesta una profunda preocupación por el funcionamiento, en este periodo navideño y a muy corto plazo, que dicho servicio va a poder prestar a nuestra población.

Este servicio fue reforzado con cinco nuevos facultativos, antes del periodo vacacional este verano, gracias a los cuales se pudieron cubrir tanto vacaciones como la carga laboral extra que aún supone el mantenimiento del doble circuito en Urgencias por razones del por todos conocido COVID.

La dirección del área ha tomado la decisión, a todas luces errónea y peligrosa a nuestro entender, tanto para la salud de la población como para la de los propios integrantes del servicio, de no renovar a dichos facultativos. En estos momentos solo uno de ellos ha podido continuar en este servicio.

Esta situación se ve agravada por la falta de especialistas ya conocida, y en estos momentos nos encontramos en la tesitura de que se necesita contratar a dos facultativos para cubrir la incapacidad transitoria de los trabajadores y no es posible.

Esta decisión, ya de por sí temeraria, se ha tomado, además, en un momento (otoño-invierno) en el que el número de urgencias que acuden a dicho servicio se multiplica, debido a las patologías propias de la época, como son las bronquiolitis en los niños y las reagudizaciones de enfermedades respiratorias en adultos, entre otras muchas.

Haber disminuido la plantilla, es decir, haberla recortado, supone que los facultativos pertenecientes al servicio vean aumentado el número de guardias que deben realizar para garantizar la continuidad asistencial y vean aumentado el número de pacientes que tienen que atender en urgencias.

¿De verdad es prudente que médicos más cansados aumenten su jornada para atender las necesidades de la población? Todo esto ocurre en unas circunstancias en las que la Atención Primaria está completamente saturada, lo que provoca una mayor frecuentación de pacientes en urgencias, una carga más que dicho servicio tiene que asumir sin ningún refuerzo.

Desde la dirección del área se ha maniobrado, a nuestro parecer erróneamente, contabilizando solo los datos que interesan, recortando una plantilla de Urgencias eficiente, la de nuestro hospital, y ofertándoles a estos cinco facultativos un contrato en otro hospital cercano que, desde su origen y por distintas razones, no logra fidelizar a sus propios especialistas.

En síntesis, el temor que población y profesionales teníamos de sufrir el desmantelamiento de nuestro hospital al integrarnos en el Área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba, de alguna manera, ya está sucediendo. A nuestro parecer esto es una movilidad de profesionales encubierta y forzosa, ya que no se le renueva el contrato en nuestro hospital y se le ofrece en otro hospital de Área, situación que desde la Gerencia del Área y la Delegación de Salud de Córdoba negaban con rotundidad, comprometiendose por escrito el pasado mes de julio a que ningún profesional seria obligado a una movilidad forzosa y siempre sería voluntaria e incentivada.

El riesgo que se corre con este tipo de movimientos y dada la escasez de facultativos, es que estos prefieran trabajar en otras áreas de salud, como ha ocurrido en esta ocasión, se marchen a un área distinta, como ha sucedido. Doble pérdida: ni aquí ni allí. Algunos médicos titulares del servicio, viendo la precariedad del trabajo que se les presenta, empiezan a plantearse desplazamientos a otro área de salud. En definitiva, el desmantelamiento está servido.

El Hospital de Montilla y este servicio de Urgencias más concretamente han sido galardonados con varios premios a nivel nacional a lo largo de los años. Además, mantiene una asistencia estandarizada de muy alto nivel y una buena parte de este éxito es debido a nuestro servicio de Urgencias.

Finalizamos afirmando que con los recortes de personal, llevar a cabo de manera eficiente el trabajo que se desempeña en este servicio será más complicado, pues no habrá un entorno amigable donde poder desarrollar la labor del médico de Urgencias y aumentará la presión, de modo que la fuga de personal a otras áreas está garantizada.

Por último, el Comité de Empresa del Hospital de Montilla recuerda que denunció el despido –a nuestro entender, totalmente irregular– de una trabajadora del servicio de Traumatología de nuestro centro el pasado mes de octubre, sin que haya habido preaviso previo ni comunicación posterior por parte de la Dirección hacia ella.

COMITÉ DE EMPRESA DEL HOSPITAL DE MONTILLA
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO


NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Andalucía Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.


  • 18.5.22
Andalucía Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una carta abierta remitida por los impulsores de la campaña Religión, fuera del curriculum, destinada a la comunidad educativa durante el período de matriculación para el próximo curso escolar. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.


Se inician los plazos para solicitar la matriculación en el próximo curso escolar y uno de los privilegios de la Iglesia católica es poder colocar en los centros carteles para promover la escolarización de alumnado en clases de Religión. Por eso, rogamos que el cartel que aparece más abajo se pueda imprimir y colocar, igualmente, en los centros educativos de nuestra comunidad autónoma.

Sabido es que las distintas leyes educativas, incluida la reciente LOMLOE, llevan décadas apuntalando los privilegios de la jerarquía católica, a través de la pervivencia de la catequesis en todos los centros educativos en horario lectivo y de la no menos grave extensión sin límites de la escuela privada subvencionada.

La LOMLOE, respecto a la asignatura de Religión, se limita solo a que deje de tener asignatura alternativa y carecerá asimismo de valor académico para solicitar becas o para hacer la media de Selectividad, lo cual es absolutamente insuficiente en cuanto al objetivo de lograr la plena laicidad del sistema educativo.

La eliminación prevista de la asignatura-espejo plantea, a estas alturas, incógnitas sin resolver. Dado que el Ministerio de Educación finalmente renunció a establecer su ubicación, la responsabilidad quedará en manos de las distintas comunidades autónomas, aunque las opciones son escasas.

De este modo, o Religión se coloca al principio o final de jornada, para que quien no la curse llegue después o se vaya antes, o se mete en medio con algo parecido a una hora de estudio, deporte libre... ya que –y ese es otro problema que genera la asignatura de Religión– en ningún caso se podrá avanzar temario o repasar contenidos curriculares.

Según los extraños límites que envuelven la enseñanza religiosa en los centros educativos, construidos sobre un acuerdo internacional (el suscrito en 1979 por España y la Santa Sede), varias sentencias del Tribunal Supremo y la propia norma del Ministerio de Educación, el derecho del alumnado a cursar la asignatura de Religión obliga al resto, que no la cursa, prácticamente a perder el tiempo o, en todo caso, a poder abandonar el centro educativo mientras se cursa la asignatura.

Como no conocemos la propuesta de la Consejería de Educación respecto al alumnado que no vaya a cursar la asignatura, los firmantes reclamamos alternativas que no impliquen un mero “tener entretenido” al alumnado. Animamos a los centros y a toda la comunidad educativa a exigir y elaborar propuestas alternativas con contenido educativo, pese al estrecho espacio que han acotado las sentencias judiciales durante los últimos años.

Y pese a que el Tribunal Supremo ha establecido que la alternativa no puede suponer un perjuicio para el alumnado que curse la asignatura de Religión, tampoco es aceptable que la única propuesta sea perder el tiempo.

Los aspectos más transversales del currículo nos dan el suficiente campo para desarrollar proyectos alternativos a la clase de religión dotados de pleno sentido educativo. Pero lo más simple y práctico sería sacar la asignatura de religión del currículum, porque distorsiona y complica la organización escolar de los Centros o, en todo caso, cursarla fuera del horario lectivo común.

ANDALUCÍA LAICA
FRENTE DE ESTUDIANTES
COMISIONES OBRERAS (CCOO)
ESTUDIANTES EN MOVIMIENTO (EEM-SEVILLA)
CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO (CGT)
UNIÓN DE SINDICATOS DE TRABAJADORAS Y TRABAJADORES DE ANDALUCÍA (USTEA)



NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Andalucía Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.

  • 7.7.21
Andalucía Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una carta abierta de Manuel Ángel Salido Freyre, profesor de Secundaria jubilado, sobre la atención telefónica que prestan los profesionales de los centros de Salud a raíz de la pandemia por coronavirus. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.


La pandemia ha logrado que las empresas farmacéuticas,  a partir de la exhalación de gotitas y partículas respiratorias por parte de las personas, empezaran a investigar. Gracias a ello descubrieron la vacuna anticovid-19, que se ha empezado a distribuir por todo el mundo.

Pero parece que, a la vez, también descubrieron que esas «gotículas respiratorias» podían ser transmitidas a través de las ondas telefónicas y, entonces, los ingenieros informáticos de la Junta de Andalucía –perdón, quise decir los ingenieros informáticos pertenecientes a empresas privadas contratadas por la Junta de Andalucía– se pusieron manos a la obra y han podido, a través de un software especial supersecreto instalado en los ordenadores de los centros de Atención Primaria, que cuando un paciente habla por el teléfono, automática e instantáneamente se le realiza un análisis de sangre y de orina, unas radiografías, un TAC de todo el cuerpo y, en fin, un completo análisis que se presenta en la pantalla del ordenador y que, además, pulsando una tecla facilita el diagnostico y el tratamiento infalible que tiene que tomar el paciente.

Todo esto hace que cuando el médico o médica de Atención Primaria que nos llama por teléfono cuando ha transcurrido una media de diez días desde que estábamos enfermos (debido supuestamente a un problema de cupo de personas, pues dicen que atienden telefónicamente a más 400 pacientes al día), nos da el tratamiento adecuado.

Bueno, eso si el problema que tenemos no es de un especialista, en cuyo caso tienen que darnos cita para que nos atiendan dentro de unos dos o tres meses, también por teléfono, si es que seguimos aún vivos, para que nos digan el tratamiento que hace meses nos podían haber administrado. Pero, claro, hay que respetar el uniforme y los galones.

Pensarán que los médicos y médicas están en sus centros de Salud. Pero esa no es la realidad, ya que los ingenieros informáticos de la Junta de Andalucía –perdón, quise decir los ingenieros informáticos pertenecientes a empresas privadas contratadas por la Junta de Andalucía– ya han realizado una aplicación para su móvil, con lo cual, pueden estar en sus casas o en la piscina o playa y realizar las llamadas desde esos lugares.

El problema es que todas estas cosas no se explican a la ciudadanía y, claro, por eso hay tantas quejas por las llamadas telefónicas de los médicos y médicas. Si se explicara como yo lo estoy haciendo ahora mismo, los pacientes estaríamos más contentos.

El señor consejero de Salud –que no es tonto, aunque lo parezca a veces– ya les ha dicho a los ingenieros informáticos de la Junta de Andalucía –perdón, quise decir los ingenieros informáticos pertenecientes a empresas privadas contratadas por la Junta de Andalucía– que pongan un robot para realizar las llamadas telefónicas como ya tienen en todas las consejerías y que digan al paciente el tratamiento que tienen que realizar.

Pero ojo que, dentro de poco, el “chollo” que tienen los médicos y médicas se puede convertir en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), ya que su labor no es tan necesaria como antes. Eso sí, pueden entrar en empresas privadas, ya que, posiblemente, la Junta de Andalucía contratará dichas empresas.

Que vayan tomando notas los colegas de educación, partidarios de las clases virtuales y no presenciales, que por ese camino también ellos y ellas pronto estarán en los ERE. Si todo esto tiene algo positivo es que, al final, se va a controlar a estos funcionarios. Porque parece que no hay “agallas” de hacerlo de otra forma. Qué país.

MANUEL ÁNGEL SALIDO FREYRE
FOTOGRAFÍA: ARCHIVO

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Andalucía Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.

  • 23.5.21
Andalucía Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una carta abierta de José Miguel Delgado Trenas, trabajador social, sobre la crisis migratoria migratoria registrada en Ceuta esta semana. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.


Ellos y nosotros, nosotros y ellos… los que hablan distinto, los que parecen distintos… los otros. Los que nos ponen nerviosos, los que nos asustan, esos que no son de los nuestros.

Nosotros, los que fruncimos el ceño, los que agitamos las manos y gritamos indignados… los que tememos por nuestra integridad, por la inestabilidad de nuestro modo de vida, los que hablamos alto, con vehemencia, con rabia…

Ellos y nosotros; nosotros y ellos.

Ellos, los que sufren, los que temen, los que sienten el dolor, la desesperanza y el terror de una vida que no lo es. Los que aprietan los dientes cada momento para poder sobrevivir. Los que claman por una oportunidad, por un futuro… por una vida. Los que no tienen derecho a la dignidad.

Nosotros, los de los brazos abiertos, los solidarios, los del alma arañada.

Nosotros, los que claman justicia desde el bar o la terraza. Los que juzgan desde un sofá. Los que se dejan embaucar por los “sin alma”.

Nosotros, los buenos… ellos, los malos.

¿Quién nos ha empujado a ver la vida en esa odiosa dicotomía? ¿Quién nos ha robado la humanidad y la ha cambiado por odio y rabia? ¿Cuándo nos volvimos seres tan inmundos y odiosos?

¿Ellos y nosotros? ¿Pero de qué va todo esto, de colores, de razas, de mejores y peores?

Sinceramente, si la vida va de eso, para, que me bajo.

No puedo entender cómo, ante la vergüenza internacional que estamos viviendo en Ceuta (ahora, será en otro sitio más adelante), haya quien se centre en ver razas o colores.

Afortunadamente, mi devenir profesional, me ha permitido enfrentarme a situaciones de una crudeza y sufrimiento extremos, capaces de poner a prueba al más pertrechado ser humano. Por ello, tengo claro que, cuando una madre prefiere lanzar al mar a un hijo suyo antes que mantenerlo a su lado, sinceramente, algo no funciona, más aún cuando esa madre sabe que es más que probable que le esté lanzando a una muerte casi evidente.

No hace muchos años, tuve la oportunidad de compartir una tarde de reflexiones y café con un chico llegado de la zona subsahariana. Me ahorraré el crudo relato de su periplo de más de 7 años perdido en el desierto, rodeado de mafias y miles de sufrimientos, pero sí que os puedo asegurar, que alma se me oscureció mucho desde ese día.

Sinceramente, me duele escuchar esos discursos que olvidan que somos personas, todos, que esto sólo va de eso, de personas que intentan sobrevivir en un mundo que les es hostil y que, si no asumimos esa perspectiva comunitaria del mundo, esto no tiene mucho sentido.

No hay frase más estúpida que ese “ellos… nosotros”, pues todos somos nosotros. La vida no es vida para nadie (o al menos no debería serlo) cuando hay seres humanos a los que se les ha negado simplemente la posibilidad de pensar en tenerla.

Razas, religiones, credos…todo no son más que lerdas justificaciones para que pueda tolerarse lo que nunca debería pasar: el odio, la discriminación y la insensibilidad al dolor ajeno.

Ellos y nosotros…nosotros y ellos…no podemos seguir entendiendo el mundo de un modo tan excluyente.


JOSÉ MIGUEL DELGATO TRENAS

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Montilla Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.

  • 18.5.20
Andalucía Digital se hace eco en su Buzón del Lector de un artículo remitido por Jose Luis Molina García, militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y amigo personal de Julio Anguita. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



Sé que no eras amigo de halagos y adulaciones por vacías e inútiles, pero sí del poder de expresar de forma valiente y veraz las propias certidumbres, tanto en el terreno de las ideas como en el de la acción comprometida. Mi pretensión hoy es hacer esto segundo, sin caer en lo primero.

Entre mis primeros recuerdos de ti, figura una noche de marzo de 1986 en los jardines de la Victoria en Córdoba cuando, sentado junto a mí en un banco con la cara entre las manos, al conocer los resultados desfavorables en el Referéndum sobre la OTAN, comentaste abatido (aunque solo durante unos segundos) cómo a este pueblo “mansurrón” le iba a costar desembarazarse de la inercia de tantos siglos de opresión. Nunca te lo comenté, pero me dejaste tan impresionado, que esa foto sin cámara la llevo conmigo desde entonces.

Mucha gente te admiraba por tu gran cultura e inteligencia. Y es verdad. Como muestra, me viene a la memoria una tarde en el sótano de tu casa jugando al dominó conmigo de pareja. Por cierto, un juego con el que ninguno de los dos hubiéramos podido ganarnos nunca la vida, lo que no importaba porque ambos lo disfrutábamos.

Recibiste una llamada telefónica de tu hija en la que te pedía información sobre Jovellanos para hacer un trabajo. Bajamos las fichas y en pocos minutos tuve el privilegio de escuchar la mejor clase-conferencia de mi historia personal. Al terminar, levantaste las fichas, me miraste y dijiste: “te toca poner, niño” (como siempre me llamabas). Y yo, aún con la boca abierta, tuve la conciencia de ser un privilegiado por poder compartir contigo esos trocitos de vida.

Pero tú, Julio, eras más que una persona culta e inteligente. Eras el prototipo de “persona propositiva”, es decir, aquella capaz de realizar un análisis certero de la realidad, evaluar de forma crítica los acontecimientos, generar proyectos para dar solución a los problemas y proponer alternativas para actuar.

En ese terreno, el de los proyectos y la acción, he de quitarme el sombrero. Yo, y creo que todo el país. Como buen conocedor de la historia del movimiento obrero y de la izquierda, de sus aciertos y errores, tenías clara conciencia de la coyuntura por la que atravesábamos en cada momento y hacia dónde había que caminar.

Algunos de los procesos más conocidos que pusiste en marcha, como Convocatoria por Andalucía (origen de Izquierda Unida) o el Frente Cívico “Somos mayoría”, hay que leerlos en esa clave. La clave de la unidad de la izquierda, de la igualdad, la convergencia y la elaboración colectiva, de la democracia interna, el trabajo en equipo y el protagonismo de todos y todas. Vistos desde esa perspectiva, cobran un sorprendente parecido.

Desde muy joven, cuando asistía a tus mítines electorales (que, por cierto, disfrutaba), siempre salía admirado de comprobar cómo eras capaz de conectar con lo más íntimo y personal de cada uno de nosotros y nosotras, de obtener un convencimiento pleno, a pesar de las reprimendas y reproches por nuestra inacción y falta de fidelidad. Eso solo es explicable, al margen del despliegue pedagógico que todo el mundo te reconoce, si el público es capaz de ver, más allá de las palabras, a la persona que se cree y vive los valores que expresa.

En ese terreno de los valores me temo que no voy a ser muy original. Todo el mundo reconoce en ti a la persona honrada y honesta, fiel a sus principios, de una coherencia personal muy rara hoy en nuestro actual mundo, egoísta e individualista. Con marcados rasgos senequianos, como buen cordobés, pero desde la austeridad que Séneca no supo poner en práctica.

Estoy casi seguro que ahora me dirías que he caído en la lisonja, sin embargo, yo tengo la impresión de haber sido ecuánime, incluso de haberme quedado corto. Aunque tú no eras creyente, fuiste siempre muy respetuoso conmigo. Pude sentir cómo tu ideal de sociedad justa, libre e igualitaria encajaba como pieza de mecano con mi utopía cristiana de liberación y fraternidad universal.

Hoy me resuena una frase que me dedicaste en una de las tertulias tabernarias de mediodía: “los cristianos comprometidos sois la leche”. Tú también lo eras y lo seguirás siendo, eterno Julio.

JOSÉ LUIS MOLINA GARCÍA

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Andalucía Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.



  • 27.4.20
Andalucía Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una denuncia de Rafael Luque Muñoz, ecónomo general de Lares Federación, sobre la situación que están viviendo muchas residencias de mayores en Andalucía como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



Más de 40 días después de no acordarse de las residencias de mayores, de ser los más perjudicados en todos los sentidos, el Gobierno andaluz "sigue pensando". A la pregunta "¿dónde están las medidas de apoyo económico a las residencias en Andalucía?", la respuesta del Gobierno andaluz ha sido "nos lo estamos pensando".

Hasta la fecha, la gran mayoría de las comunidades autónomas han mostrado su compromiso con estos centros, garantizando el pago íntegro de las plazas vacías por la crisis. Curiosamente, Andalucía ya se ha pronunciado y detalla que asumirá el 80 por ciento del coste de las plazas de discapacidad, pero no el de las residencias de ancianos cuando, precisamente, somos el sector que más sufre la crisis y el único que continúa trabajando.

Partiendo de la precaria situación económica de precios por plaza concertados –durante lustros, muy por debajo del conocido coste-plaza– y teniendo presente que nuestras plazas privadas son plazas sociales que están aun más por debajo de ese coste, ahora, además del material sanitario y de protección que sigue sin llegar y de la injusta y pésima prensa, necesitamos la puesta en práctica, por parte de la Administración andaluza, de políticas que permitan que el 100 por cien del coste de las plazas concertadas vacías (por cubrir) se asuman con carácter retroactivo para que, de este modo, los centros puedan sufragar y afrontar esta situación con el máximo respaldo posible y atender el sobrecargo de personal y material.

RAFAEL LUQUE MUÑOZ
FOTOGRAFÍA: ARCHIVO

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Andalucía Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.



  • 15.4.20
Andalucía Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una carta abierta dirigida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



Señor presidente. Yo, al igual que una mayoría de españoles, no le he votado. Esto no es óbice para que, como máximo representante de mi Gobierno y de mi nación, le transmita mi respeto y le ofrezca mi apoyo en estos tiempos difíciles. Tampoco lo es para que, ahora más que nunca, le exija que ejerza de manera pronta y eficaz su labor presidencial.

Como ciudadano le ofrezco todo mi apoyo y colaboración, pero exijo reciprocidad. Creo que la inmensa mayoría de ciudadanos de este país lo exige. Necesitamos propuestas y perspectivas de futuro concretas y realistas ante el incierto y complejo futuro inmediato que se nos viene encima.

Le aseguro que los cientos de miles de ciudadanos que han perdido y van a perder a seres queridos y los millones que van a perder sus puestos de trabajo le necesitan desesperadamente, mas allá de la rabia y desesperación que sientan en estos momentos.

Necesitamos un mensaje, necesitamos un pacto. Se lo vienen indicando desde la prensa cualificada, desde cartas y manifiestos (casi implorantes) firmados por personalidades de gran prestigio e influencia. E, incluso, se lo indican insistentemente las autoridades europeas. Es necesario e inaplazable un pacto político general que aúne a todas las fuerzas posibles en la adopción de las medidas básicas para intentar superar esta crisis.

Esto es posible, aunque muchos, aplicando un pesimismo bastante fundamentado, no lo crean. Solo se conseguirá cambiando el paradigma de la política española. Para el pacto de soporte nacional, o como lo quiera llamar, tienen que cambiar la perspectiva de la inercia política que hasta antes de esta crisis ha guiado sus acciones y la de sus rivales políticos.

Olvídese de la ideología, de las siglas de su partido y realice una propuesta coherente y sencilla a los demás. Redacte esta propuesta pensando en esas mujeres y hombres que nos han dejado y en los que sufren por ellos; en los que se están dejando la salud y la vida luchando por los demás; en los que, con angustia pero con decisión, nos despertamos todas las mañanas y salimos ahí, a seguir luchando por los nuestros. Para que que vean que sus pérdidas y su esfuerzo no han sido en vano, para que vean despertar a esta gran nación que es España.

Lidere este pacto, señor presidente: es su obligación. Los demás no se podrán negar. Negocien y determinen lo que tenemos que hacer. Lo haremos. Si alguien se autoexcluye por exigencias ideológicas de tinte extremista, libertario o identitario, la sociedad sabrá ponerlo en su lugar. Necesitamos este mensaje y lo necesitamos ya. Van muy tarde.

LUIS MORENO VICENTE
FOTOGRAFÍA: BORJA PUIG DE LA BELLACASA (POOL MONCLOA)

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  • 31.3.20
Andalucía Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una reflexión sobre las consecuencias que se derivarán, a nivel global y en un futuro, de la pandemia mundial por el coronavirus Covid-19. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



Cuando todo pase, porque pasará, nos replantearemos la vida tal y como la conocemos. De manera inapelable se cuestionarán todas las estructuras sociales, culturales, económicas y productivas actuales. De qué decisiones y conclusiones saquemos y de cómo modifiquemos nuestro modo de vida, dependerá que la humanidad avance hacia un futuro complejo, pero esperanzador o, por el contrario, nos hundamos en un pozo profundo, de lucha por la supervivencia, donde solo los mas fuertes lo logren.

Eso, cuando todo pase. Ahora toca resistir, apretar los dientes, ser resilientes, ser valientes. Resistir es vencer: debemos entrever el final de todo esto, la luz al final del túnel y agarrarnos a eso. Porque es verdad, porque el final llegará. La humanidad avanza hacia el descubrimiento de nuevos medicamentos y vacunas a ritmo acelerado. Y se lograrán más pronto que tarde.

El tiempo que discurra mientras tanto es difícil de gestionar, quién lo duda. Cargado de noticias e informaciones que nos sumergen en la duda y la zozobra, que nos reducen la esperanza, que nos aturden y desequilibran. Debemos sobreponernos, sacar lo mejor de nosotros mismos. ¿Cómo? A través del esfuerzo, la generosidad y la inteligencia emocional.

A veces es útil el recurso al pasado y pensar por un momento en lo que fue vivir en ciudades bombardeadas durante meses y años en la Segunda Guerra Mundial. O comparar esta guerra (que lo es) con otras actuales y pasadas.

Pensemos en el horror global de las pandemias sufridas a lo largo de la historia de nuestro continente de manera reiterada, donde solo la selección natural decidía entre la supervivencia y la muerte. Por supuesto, la humanidad está infinitamente más preparada que en anteriores pandemias. La crisis actual es muy grave, pero los avances sociales, tecnológicos y sanitarios nos permiten, en la mayoría de los casos, sobrellevarla con mayor facilidad que otras anteriores sufridas por la humanidad.

Y ahora hay que hablar del día siguiente. Ese día en que respiraremos hondo, nos abrazaremos y lloraremos de emoción por lo sufrido, por los reencuentros, por la vuelta de la esperanza y la libertad que perdimos. Y, cómo no, ese día lloraremos a todas las victimas de esta guerra, porque el miedo que ahora nos atenaza ya no estará, y podremos llorarlas libre y sinceramente, como merecen.

Estas víctimas de la tragedia, que nos han dejado, en muchos casos por su gran debilidad física y social, en absoluta soledad, en silencio, atendidos por nuestros heroicos y desbordados sanitarios, que están haciendo mucho más de lo humanamente exigible. Estás víctimas del virus destructor no son colaterales, son víctimas dolorosas y nuestras en esta guerra, a las que nunca debemos olvidar.

Cuando pasen la euforia y el duelo, llegará, debe llegar, el momento de recuperar la perspectiva y decidir entre todos qué debemos cambiar. Debemos realizar una ambiciosa recapitalización y fuerte inversión en valores. Sí, han leído bien, en valores humanos y morales que nos permitan renacer como sociedad. Que modifiquen los erróneos estándares vitales por los que nos dejamos conducir hasta ahora. Que permitan que la valía de un ser humano deje de medirse por el número de casas, coches y lo abultado de las cuentas corrientes que posee.

Renazcamos como una sociedad de ciudadanos, cuyo horizonte vital sea la legítima búsqueda de la felicidad a través de la dignidad en lo material, pero también en el plano moral, intelectual y espiritual. Donde no tengan cabida los cretinos, especuladores y depredadores que destrozan todo a su paso. Donde se permita e invite al individuo a trascender de lo puramente material, a través de la educación, la cultura y la salud garantizadas por una sociedad civil fuerte y rigurosa.

Iniciemos un enorme proyecto global, que a través de la revolución científica y tecnológica, una a las futuras generaciones en un inmenso objetivo común por el que la humanidad comience a forjar los cimientos de un futuro viable, que evitará que estemos abocados a que llegue el día en que fruto de nuestras propias contradicciones, nos autodestruyamos y, por ende, nos extingamos como especie.

LUIS MORENO VICENTE

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Andalucía Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.

  • 14.11.19
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de un artículo del economista Enrique Luque Ruz, miembro de la Agrupación Socialista Montalbeña, sobre el derecho al trabajo y la política económica. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



El derecho al trabajo, como bien es sabido, es un derecho humano fundamental que establece que toda persona tiene el derecho a un trabajo, a la libre elección del mismo, a condiciones satisfactorias de trabajo, a la protección contra el desempleo, a la equidad salarial, a una remuneración digna, a protección social y al derecho de sindicación.

Este derecho está reconocido en las normas fundamentales de derechos humanos tales como la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como en textos internacionales como la Carta Social Europea.

En España, el derecho al trabajo es una de las bases sobre las que se asienta jurídicamente el modelo laboral de nuestra Constitución. Dicho derecho aparece configurado como un derecho "dinámico", que comprende no sólo su reconocimiento formal sino también, y principalmente, el deber de los poderes públicos de promover su realización efectiva.

La Constitución Española de 1978 recoge en su Artículo 35 que “todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo”. El Tribunal Constitucional interpretó en su sentencia 22/1981, de 2 de junio que “el derecho al trabajo no se agota en la libertad de trabajar, supone también el derecho a un puesto de trabajo”.

Sin embargo, en la práctica, nos encontramos con que el sector privado no es capaz de crear tantos puestos de trabajo como para absorber toda la oferta trabajo debido a las limitaciones que muestra la lógica de la rentabilidad económica en un contexto de intensísima competencia internacional, de determinados avances tecnológicos y de transformación en la organización del trabajo.

Una manera de poder dar cauce y garantizar el derecho a trabajar, dados los actuales niveles de desempleo que lastran a nuestras sociedades, sería a través de la implementación de un Plan de Trabajo Garantizado, en el que un Gobierno se comprometería a ofrecer un empleo en condiciones dignas a toda aquella persona que se encuentre en situación de desempleo involuntario y quiera trabajar, fijando un suelo de ingresos mínimos y obligando a las empresas privadas a igualarlo en caso de querer contar con los servicios de dichos trabajadores.

Esta propuesta, per se, haría aumentar considerablemente el poder de negociación sindical. A nivel macroeconómico, tendría un efecto expansivo en el PIB y provocaría que la economía se fuese calentando progresivamente. El objetivo que persigue dicho plan es dar una solución al problema del desempleo que nos azota (sobre todo a nuestro país) y dirigir la política económica hacia la búsqueda del pleno empleo, políticas que quedaron postradas con el auge del neoliberalismo a partir de la década de los 70 hasta nuestros días, como hemos podido comprobar con las medidas de austeridad que se nos impusieron con la crisis financiera. Se torna indispensable que intervenga el sector público.

La propuesta del Trabajo Garantizado no es nueva, ya que existe un antecedente histórico, el llamado New Deal que implementó el Gobierno de Franklin Delano Roosevelt en Estados Unidos para luchar contra los efectos de la Gran Depresión. Este programa se desarrolló entre 1933 y 1938 con el objetivo de sostener a las capas más pobres de la población, reformar los mercados financieros y redinamizar una economía estadounidense herida desde el crack de 1929 por el desempleo y las quiebras en cadena.

Actualmente, la estrella ascendente de la política demócrata americana Alexandria Ocasio-Cortez, presentó el pasado en febrero su programa económico denominado Green New Deal, en el que propone una profunda transformación del sistema económico norteamericano a través de una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la renovación de las infraestructuras y una apuesta decidida por la eficiencia energética. El programa, que ha sido presentado en el Congreso de Estados Unidos, aspira a una movilización de recursos sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial y se ha convertido en un tema de actualidad en el país americano.

En España, existe un ejército de reserva en torno a tres millones de desempleados que no pueden ejercer su derecho al trabajo –en la época que alimentábamos la burbuja inmobiliaria y financiera, la tasa de paro nunca bajó del 8 por ciento–, por lo que la implementación del programa de trabajo adquiriría aún más sentido. Podríamos transformar nuestro modelo productivo drásticamente llevando a cabo una transición ecológica en la que se involucre a toda la sociedad (dado su enfoque multidisciplinar) y se luche contra la ‘España vaciada’.

En nuestro país hay mucho margen para poder movilizar recursos, por ejemplo, necesitamos que cuiden de nuestros mayores; que se cuide la fauna y la flora; que se habiliten edificios para que sean más eficientes energéticamente; que se cuiden las infraestructuras urbanas de muchos barrios de nuestras localidades; o que se rehabiliten viviendas para permitir el acceso por parte de personas de menor movilidad. Podríamos remunerar una amplísima variedad de actividades que aportaría un inmenso valor social añadido a nuestra sociedad y que redundaría en beneficio de todos y todas.

Pero la propuesta de Trabajo Garantizado no es la panacea. Uno de los problemas a los que se enfrentaría es su financiación. Desde la Comisión Europea se impuso un límite de déficit del 3 por ciento sobre el PIB, una regla que fue ideada en menos de una hora, escrita en la esquina de una mesa y sin ninguna reflexión teórica, una regla pensada para que pareciese que provenía de un economista y que sirviese para frenar a los ministros que pedían más dinero para sus ministerios.

Así se ideó el objetivo de déficit público que utilizan siempre los gobernantes europeos para obligar a reducir el gasto en educación, sanidad, pensiones, desempleo, etc. Por lo que financiar el TG con déficit público, dadas las reglas de juego actuales y las restricciones impuestas, parece harto complicado.

En otro orden de cuestiones, está el monopolista y propietario del euro, el Banco Central Europeo, más preocupado por generar inflación (aumento de los precios) que por el desempleo, en contraposición con el banco central de los EEUU, la Reserva Federal (FED), que en su acta fundacional le concedió la lucha contra el desempleo un lugar privilegiado.

El BCE viene desde su creación comportándose como una entidad financiera privada y que, a consecuencia del agotamiento e ineficacia de las políticas monetarias ortodoxas, tuvo que acceder en 2015 a comprar deuda pública como medida extraordinaria a través del programa llamado Quantitative Easing, que no es más que crear dinero de la nada para comprar deuda pública pero ojo, también privada.

Hasta diciembre de 2018 el BCE había “impreso” la friolera de 2,569 billones de euros y que a lo largo de 2019 sumará un total de 202.772 millones de euros más. Pero todo se queda en los mercados, el dinero no fluye ni es canalizado hacia las personas. En España sólo ha servido para aliviar de manera momentánea las finanzas públicas y para mejorar el beneficio de los accionistas de empresas del IBEX35 como Telefónica, Repsol, Merlin, Gas Natural, Ferrovial, etc.

Entonces, ¿quién controla la actuación BCE? Pienso que no podemos permitir ni amparar que una institución de tal nivel e importancia en nuestras vidas tenga un profundo déficit democrático. El BCE es un organismo público al que le cedimos nuestra soberanía monetaria –que con la peseta pertenecía al Estado– y, por consiguiente, al pueblo español.

En los países de la zona euro, al no poder combinar la política monetaria con la fiscal (aumento del gasto público), la medida que se toma se basa en una devaluación interna, consistente tanto en el recorte de los salarios para hacer a las empresas más competitivas de cara al exterior, como de las políticas sociales, lo que se deriva en precariedad y más desempleo.

Y aquí está el quid de la cuestión, tenemos que exigir al BCE, a través de nuestros representantes, que se comporte como le corresponde, es decir, como un prestamista de último recurso (ya lo dijo Zapatero en 2012) y financie directamente a los países en la lucha contra el desempleo. El desempleo es una criatura de este sistema monetario.

Es obligatorio abrir el debate sobre el trabajo y la economía en nuestro país, el papel de la sostenibilidad, del sector público, de los organismos financieros públicos (cómo funciona el dinero) y del dinero electrónico en esta ecuación. Ante la falta de ideas frente al bajo crecimiento, el desempleo masivo, la alta desigualdad y con la amenaza del cambio climático, esta propuesta para promover el crecimiento económico equilibrado a largo plazo y alcanzar el pleno empleo, puede ser una grandísima oportunidad que no deberíamos dejar escapar desde el sector progresista en su conjunto.

No cabe ningún argumento en contra de que la propuesta de Trabajo Garantizado –o Green New Deal– sea incluida en una agenda verdaderamente progresista, porque todo el mundo tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y el Estado, como empleador de último recurso, está obligado a ofrecérselo, al menos hasta que la economía empiece a calentarse. Hagamos que la Constitución se cumpla.

ENRIQUE LUQUE RUZ

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Montalbán Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.

  • 1.4.18
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una carta abierta remitida por Alternativa Republicana sobre la participación de representes públicos en actos promovidos con motivo de la Semana Santa. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



Esta semana, en lo que la comunidad cristiana denomina "Semana Santa", estamos siendo testigos del retroceso más lamentable y bochornoso que ha padecido nuestro país desde la instauración de la monarquía en cuanto a la aconfesionalidad del Estado.

Las preocupantes conductas que observamos nos retrotraen peligrosamente al rancio nacionalcatolicismo del régimen franquista. Se están vulnerando los principios más elementales que la Constitución del 78 contempla en su artículo 16, y nos ha devuelto a tiempos que pensábamos que se habían superado, la España ultracatólica de Franco. Ante estos hechos, Alternativa Republicana quiere denunciar los siguientes actos.

Por orden de la Ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, las banderas ondean a media asta en las unidades militares y los organismos dependientes del ministerio, en honor al fallecimiento de Jesús de Nazaret. Al mismo tiempo, da la autorización para que no solo fuerzas de la Legión, sino del Ejército de Tierra, Aire y la Marina rindan honores en las procesiones religiosas que se están celebrando por la confesión religiosa católica, más de 200 actos, en infinidad de puntos de nuestra geografía, contraviniendo el Real Decreto 684/2010 del Reglamento de honores militares, que ni ha modificado ni ha derogado el gobierno de M. Rajoy.

Le recordamos a la ministra que en dicho Reglamento está descrito quién o quiénes y cómo deben ser honrados, entre los cuales ni está Jesús de Nazaret, ni la Iglesia católica, ni mucho menos las cofradías, aparte de autorizar la presencia de los cuerpos militares en dichas procesiones en ocasiones de especial trascendencia y no de forma generalizada como estamos observando este año, regresando en muchas ocasiones después de haberse retirado la asistencia oficial de los ejércitos en 2010.

Por otro lado, el ministro de Educación, conjuntamente con los consejeros de Educación de diversas Comunidades Autónomas, hacen oídos sordos y se tapan los ojos al contemplar, cuando no promueven, cómo en innumerables colegios públicos de Enseñanza Primaria de todo el país se realizan procesiones del rito católico con el alumnado como actividad escolar, quebrantando así la Constitución del 78 en la que se indica que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”.

Con la proliferación de estos actos, ni se respeta a aquellos alumnoss que no profesan el rito católico, como la comunidad protestante, la musulmana, la judía o hinduista, cada día más numerosas en nuestra sociedad, ni así como los que no profesan ninguna creencia: los ateos y los agnósticos.

La presencia de autoridades civiles y militares (ministros, presidentes de Comunidades Autónomas, delegados del Gobierno y consejeros, alcaldes, diputados, concejales...) en los más de 200 actos religiosos católicos, también quebranta el principio de neutralidad que emana de la Constitución del 78.

Circunstancia que se ve agravada por el lamentable espectáculo de ver a tres ministros y una ministra del Gobierno de M. Rajoy –el de Interior, la de Defensa, el de Justicia y el de Educación– cantar a pulmón limpio en Málaga el Himno de La Legión, Soy el novio de la muerte, ante la presencia de una imagen.

Por si fuera poco, hay que añadir la concesión por parte del Gobierno de cinco indultos a petición de las cofradías, a los que hay que sumar otros 74 indultos que el Gobierno de M. Rajoy ha concedido en los últimos cinco años por el mismo motivo.

Funcionarios públicos, médicos y enfermeros, en su horario laboral en Málaga, abandonan su trabajo para poder participar y trasladar el trono de Jesús Cautivo hasta el interior del Hospital Civil desde las puertas de entrada al recinto, para depositarlo en un templete con una pantalla gigante de plasma que cubre toda la entrada a las Urgencias de dicho Hospital, haciendo imposible el acceso a las Urgencias.

Mientras tanto, el hospital se queda bajo mínimos en su dotación de personal, y se paraliza la actividad usual, desviándose a los restantes hospitales de la zona, con la consiguiente molestia para el usuario y la posibilidad de que se agraven las dolencias que padecen los enfermos.

Desde Alternativa Republicana planteamos las siguientes cuestiones:
  • ¿Es aceptable que los Funerales de Estado sean oficiados por el rito católico?
  • ¿Es normal que los cargos públicos, civiles y militares, en el ejercicio de su cargo, se encomienden en público a imágenes de vírgenes y santos?
  • ¿Se debe permitir que se imparta Religión, sea de la confesión que sea, en las escuelas públicas?
  • ¿Y que se liberen presos a petición de las cofradías con motivo de la Semana Santa?
  • ¿Y que la Iglesia esté exenta del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI)?
  • ¿Y que tenga una casilla especial en la Declaración de la Renta?
  • ¿Y que el estado financie a la Iglesia católica con más de 11.000 millones de euros, es decir, un 1 por ciento del PIB?
Ante todo esto, Alternativa Republicana muestra su más enérgica protesta y exige que se acabe con estas actitudes que cada año van en aumento. Y reclamamos la fundamental necesidad de extirpar de este país los privilegios clericales y el poder de la Iglesia y de sus organizaciones afines, que desde la dictadura parasitan nuestra Hacienda, nuestra educación y nuestra vida pública, respetando así la libertad de cultos y la separación definitiva de la Iglesia y el Estado.

El estado laico, con una estricta separación entre la religión y el poder político, en el que quede debidamente protegida la libertad de conciencia de cada ciudadano y ciudadana, exige un cambio de régimen, la III República, para la que trabajamos desde Alternativa Republicana.

ALTERNATIVA REPUBLICANA

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  • 2.3.18
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una carta abierta de Francisco Alcaide, componente del Club Deportivo Apedem Montilla, dedicada a José Francisco Márquez Algaba, exjugador de la entidad y, también, del Club Deportivo Montalbeño y del Montilla Club de Fútbol, que falleció ayer a la edad de 28 años. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



Marzo ha entrado con mal pie. Esos nubarrones negros y oscuros llenos de lluvia, siempre tan deseada, también se han transformado en una tremenda tristeza al conocer la noticia de la pérdida de nuestro amigo y compañero Pepe Márquez Algaba.

La vida, el bien más preciado que toda persona posee, a veces te juega malas pasadas, una mala partida de póker o, como en el caso de nuestro Pepe, un trascendental partido de fútbol con derrota incluida.

Nunca llegué a pensar que tuviera que escribir estas palabras, si bien, cuando me enteré del rival que había que batir, es cierto que suspiré y me froté los ojos haciéndole creer a mi mente que todo esto no estaba pasando. Pero también confié en que el resultado iba a ser positivo ya que nuestro amigo, un chaval joven, sano y deportista, sería capaz de marcar el "gol de su vida" y derrotar a ese enemigo tan potente.

La contienda era de una dificultad extrema, un solo jugador enfrentándose a una legión de contrarios hostiles sin corazón ni sentimientos dispuestos a vencer a toda costa a su rival. Por contra, nuestro Pepe tenía a favor un público entregado y sumiso en la grada animando día tras día su frágil estado de ánimo.

El graderío, su público, sus amigos y familiares le estuvieron apoyando sin descanso hasta el último instante, con pasión, con fervor a sabiendas que la batalla se estaba perdiendo. Había días buenos, otros aciagos, algunos goles marcados y otros tantos encajados... Ese era el devenir diario de un chaval de 28 años que se estaba enfrentando al partido más importante de su vida.

El rival se fue creciendo con el paso del tiempo, destruyendo y expulsando los pocos compañeros que le quedaban en el campo a nuestro Pepe. Solo y fatigado, se sintió débil por momentos y claudicó con una sonrisa en sus labios ayer, 1 de marzo de 2018, justo cuando el árbitro de la contienda pitó el final de la batalla.

Amigo Pepe, no seré yo quien suba el tanto al marcador ni, por supuesto, seré la persona que vaya a felicitar al contrario en señal de respeto. Maldeciré el final de este encuentro e intentaré impugnarlo porque la pelea no ha sido justa. Quizás algún día, el estamento competente me dé la razón  aunque, para ese momento, ya será demasiado tarde.

Si me lo permites, amigo Pepe, me quedo con tu bondad, con tu pícara sonrisa de chaval alegre, con tu responsabilidad y tu trabajo bien hecho. Nos quedamos sin un amigo, sin un entrenador y sin un exjugador que, aunque perdió la última batalla, su recuerdo siempre quedará latente en nuestros corazones.

Buen viaje y descansa en paz, amigo.

FRANCISCO ALCAIDE
FOTOGRAFÍA: C.D. APEDEM MONTILLA

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  • 6.12.17
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de la carta abierta de un vecino sobre las molestias que causan las campañas de telemarketing y las insistentes e inoportunas llamadas que se reciben de diferentes compañías. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



De todos es sabido el refrán y la expresión coloquial "te temo más que a una vara verde", dicho popular que hace referencia al miedo y al temor que sentían los niños de épocas anteriores cuando sus progenitores utilizaban las duras, recias y lozanas varas verdes de los árboles para azotarles por su mal comportamiento.

El refranero español, rico y lleno de sabiduría lingüística, se asemeja y acopla a los hechos cotidianos de nuestra vida, adaptando su significado a todas y cada una de las situaciones que nos acontecen a lo largo del día. Y como tal, el refrán antes descrito es un vivo retrato de las abrumadoras, atosigantes y soporíferas campañas publicitarias que las "megacompañías" y multinacionales del sector tecnológico inician en épocas navideñas.

Es increíble cómo diariamente intimidan nuestro espacio natural con llamadas telefónicas de operadoras que son capaces de contarte un chiste de borrachos con tal de venderte su producto. Uno, que es educado y gentil, contesta a la llamada de un 910 algo precavido por el rollazo monologuista que te van a soltar.

Si dejas que fluya la imaginación por parte del operador, toma asiento y relájate que la procesión es larga. Si cortas el soliloquio a las primeras de cambio con educación y cortesía, te pasan para el turno de la tarde y, de nuevo, en el momento más inoportuno, te vuelve a sonar el teléfono para venderte el mismo producto. Ojo, y no le digas que llame más tarde dándole a entender que estás interesado porque ahí llega tu perdición.

Un cúmulo de bombardeos telefónicos hostigan tu remanso de paz en pos de que tu paciencia empiece a encontrar su final y te transformes en la persona que nunca quieres que aparezca. El final de la historia termina con tu elegancia por los suelos, tu tranquilidad hecha trizas y por parte de la parte contratante "un día mas de trabajo realizado".

Gracias a que la tecnología avanza, se han creado al respecto unas aplicaciones que sirven para bloquear llamadas telefónicas no deseadas, por lo que si no te interesan que interrumpan tu productiva jornada laboral, solo tienes que introducir el susodicho número en el programita y asunto acabado.

El que hace la ley, fabrica la trampa porque no os creáis que llaman siempre del mismo número ni, mucho menos, tienen infinidad de prefijos y terminaciones numéricas que hacen que la app eche fuego diariamente. Si bloqueas un 910 te llaman a las dos horas de un 913; si restringes el 913 te lo cambian a un 686, haciendo el juego de habilidad un poco más complicado, hasta el punto que podemos llegar a tener contabilizados más de treinta números distintos de dos o tres empresas en cuestión.

Me resulta tremendamente preocupante lo realmente indefensos que nos sentimos todos los ciudadanos ante estas batallas telefónicas de estas empresas que nos acosan a diario , interrumpiendo nuestra jornada laboral multitud de veces e incluso ya, si me apuran, hasta se inmiscuyen en horas de comida y de descanso. Compañías de móviles, de seguros, de préstamo de dinero y muchas otras nos "torturan" incesantemente con llamadas dirigiéndose a nosotros con nuestro nombre y apellidos.

¿Creen ustedes que la Ley de Protección de Datos sirve para algo ? Visto lo visto, solo se ha quedado en "ley" e incumplida porque, lo que es la protección de datos, brilla por su ausencia. Comercian, negocian y distribuyen nuestros informes, referencias y expedientes a su antojo, repartiéndose los beneficios de nuestra intimidad de forma consumada y consentida por las autoridades competentes.

¿A quién denunciamos estos acosos? ¿Sirve para algo patalear y comenzar hastiados litigios o por contra nuestras quejas, reclamaciones y protestas caerán en un pozo sin fondo? Sencillas preguntas con confusas respuestas que nos llevan de la mano de la desesperación por levantarnos cada día y esperar con desánimo cuál será el momento en el que entrará de nuevo en nuestro terminal la "llamada perdida en el tiempo".

FRANCISCO ALCAIDE

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  • 23.1.17
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una queja remitida por un trabajador de CESPA, la empresa que gestiona el Complejo Medioambiental con el que la Empresa Provincial de Residuos y Medio Ambiente (Epremasa) cuenta en Montalbán. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



A finales del año 2015, Epremasa subcontrató a CESPA la gestión del Complejo Medioambiental de Montalbán, cediéndole ocho trabajadores, a los que les prometió que pasaban en las mismas condiciones laborales que tenían en la empresa provincial, aplicándoseles, en todo momento, lo que estableciera el convenio provincial.

Estas condiciones han sido respetadas hasta ahora por CESPA, aunque siempre se haya visto obligada a cumplirlas después de numerosos requerimientos del personal afectado. Así, se retrasaba en el pago de los incrementos salariales, en el abono de las ayudas sociales e, incluso, en la entrega del vestuario laboral que, a estas alturas del año, aún no se ha entregado ni el del verano ni el del invierno perjudicando, a sabiendas, la salud de los trabajadores afectados.

Desde el pasado 7 de noviembre, CESPA ha impuesto el incremento de la jornada laboral, aumentándolo en 2,5 horas a la semana, cuando conoce que la establecida en Epremasa es de 37,5 horas, por lo que desde aquella fecha, la jornada impuesta es de 40 horas semanales. Los delegados de personal se han opuesto a esta orden unilateral, sin que CESPA la haya modificado, rompiendo cualquier tipo de consenso.

Este incremento de la jornada laboral provoca un enriquecimiento injusto a favor de CESPA, al recibir de los trabajadores afectados un mayor trabajo sin que se lo retribuya ni en metálico ni en descanso, sin olvidar que en la subcontratación de los servicios que le hizo Epremasa se tuvieron en cuenta estas condiciones al estar previstas en los pliegos de condiciones.

Epremasa conoce y ha recogido en su web este tipo de actuaciones de su empresa subcontratista, CESPA, lo que supone un consentimiento y una aceptación expresa de la empresa provincial y, por extensión, de la Diputación, respaldando una actuación claramente ilegal y en contra de lo que ella misma aprobó y firmó con sus trabajadores, con los que también acordó unas mejoras en sus condiciones de reingreso.

El Complejo Medioambiental de Montalbán es propiedad de Epremasa y es el único centro de gestión de residuos sólidos urbanos de la provincia de Córdoba, recibiendo todos los dias más de 350.000 kilos de basura que los trabajadores afectados manipulan y separan para su valorización.

FRANCISCO SALCES

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Montalbán Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.





  • 21.11.16
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de un texto remitido por la Asociación de Voluntarios de Acción Social en el que realiza un llamamiento a los vecinos de Montalbán acerca del Programa de Acogimiento Familiar que lleva a cabo en colaboración con la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



Ayer se celebró el Día Universal de la Infancia, dedicado a todos los niños y niñas, especialmente conmemorado para aquellos otros que se encuentran en una situación de desventaja social. Desde el Programa de Acogimiento Familiar que lleva a cabo la Junta de Andalucía en la provincia de Córdoba a través de la Asociación de Voluntarios de Acción Social (AVAS), este año queremos rendir honor al derecho a la participación de los menores tutelados en la provincia de Córdoba.

Aquellos que aún residen en un centro de protección y nos preguntan “¿cuándo me vais a buscar una familia?” o nos expresan su ilusión porque llegue un día en el que conozca a sus “papás de acogida”. Menores que sostienen la paciencia requerida hasta que llegue ese momento, esperando que la sociedad les devuelva la merecida oportunidad de vivir “una vida apropiada para la infancia”.

Proteger la integridad de niñas, niños y adolescentes es una de las prioridades de AVAS, por ello tratamos de que se garantice su derecho a la vida familiar, a no ser discriminados y a que se escuchen sus opiniones. De esta manera, en estas fechas, cobran aún más importancia los mensajes que nos lanzan los más de veinte menores que están a la espera de ser acogidos, que muy bien los resume el “Yo también quiero una familia, ¿cuándo me la vais a encontrar?”.

Pregunta cuya respuesta nos da a entender que cada minuto en la vida de estos niños y niñas pasa más deprisa, siendo necesario que le demos importancia a este tiempo para que el cambio en su evolución se produzca cuanto antes.

Desde hace más de quince años, la asociación AVAS persigue que todo aquel menor que es separado de su familia, por haber sido vulnerados sus derechos, no ingrese en un centro, sino que se integre en una familia que procure su bienestar, mientras se determina una medida de protección definitiva para cada menor. Unas doscientas familias residentes en diferentes puntos de la provincia de Córdoba ya están garantizando el desarrollo pleno de las niñas, niños y adolescentes en un ambiente de armonía y calidez... ofreciendo su hogar como acogedor.

Es una ocasión especial para que la población cordobesa conozca las diferentes formas de colaborar con los menores en situación de desamparo, para que sus derechos sean reconocidos y garantizar así su bienestar y desarrollo. Poner a disposición de la infancia cariño, atención, comprensión y paciencia es participar en la vida de unos niños y niñas que te necesitan. Es una obligación de todos y todas que los derechos de los menores se garanticen.

Si quieres más información sobre esta forma de ayuda a la infancia, contacta con el Programa de Acogimiento Familiar que lleva a cabo la Junta de Andalucía en la provincia de Córdoba a través de AVAS en el teléfono 900 102 388 o 957 606 740.

ASOCIACIÓN DE VOLUNTARIOS DE ACCIÓN SOCIAL

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Montalbán Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.





  • 21.8.16
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de un texto remitido por la Asociación de Voluntarios de Acción Social en el que realiza un llamamiento a los vecinos de Montalbán acerca del Programa de Acogimiento Familiar que lleva a cabo en colaboración con la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.



El verano es una época muy deseada para los niños y niñas, ya que está cargado de actividades lúdicas y propuestas divertidas. A muchos de los y las menores del sistema de protección que se encuentran en la provincia de Córdoba, el verano les brinda la oportunidad de salir del centro, de realizar actividades en familia, mediante la figura de familias colaboradoras que se ofrecen para que tengan una estancia que les aporte un poco de aire fresco a su vida, que hasta el momento carecía de vivencias familiares satisfactorias.

¿Y qué ocurre cuando llega septiembre? ¿Qué pasa con esos niños y niñas que desean recibir calor humano en todas las épocas del año? El acogimiento familiar se convierte en la opción más adecuada cuando sus familias biológicas no pueden atender sus necesidades y por tanto precisan un entorno alternativo que les aporte ese cariño y esa seguridad que requieren.

Esta es la misión perseguida por el programa de Acogimiento Familiar, desarrollado en la provincia de Córdoba por AVAS desde 2001. Durante todo este tiempo, gracias a la solidaridad de cordobeses y cordobesas, se ha dado cobertura familiar a muchos menores en situación de desamparo.

En la actualidad, más de 300 menores se encuentran en régimen de acogimiento familiar, aspirando AVAS a que ningún niño o niña esté sin familia. Por ello, animamos a todas las personas que estén dispuestas a recomponer los lazos familiares de menores que no viven con sus familias, a comprometerse con la infancia.

En nuestra provincia, aún hay muchos niños, niñas y adolescentes que ven como el paso del tiempo les arrebata sus ilusiones por compartir su vida con una familia que les quiera y les comprenda. Ante esta dura realidad que atraviesan, podemos contribuir a brindarles el apropiado apoyo y resguardo, siendo así garantes de su derecho a vivir en familia.

Una infancia y adolescencia feliz es sinónimo de un crecimiento seguro. Si en los primeros años de vida, un niño o una niña recibe el mejor comienzo, probablemente crecerá de forma saludable, desarrollará capacidades verbales y de aprendizaje, y llevará una vida productiva y gratificante. En nuestras manos está el que estos niños y niñas puedan vivir de una manera digna y acorde con su edad, y… ¿qué mejor momento para que encuentren el sitio que siempre han merecido, que ahora?.

Si tienes interés en conocer el Programa de Acogimiento Familiar ponte en contacto con AVAS a través del teléfono gratuito 900 102 388.

ASOCIACIÓN DE VOLUNTARIOS DE ACCIÓN SOCIAL

NOTA: Los comentarios publicados en el Buzón del Lector no representan la opinión de Montalbán Digital. En ese sentido, este periódico no hace necesariamente suyas las denuncias, quejas o sugerencias recogidas en este espacio y que han sido enviadas por sus lectores.
  • 20.11.14
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de una nota remitida por María Jesús Haro, trabajadora social de la Institución Colaboradora de Integración Familiar AVAS, habilitada por la Junta de Andalucía en materia de protección de menores. Si desea participar en esta sección, puede hacer llegar un correo electrónico a nuestra Redacción exponiendo su queja, comentario o sugerencia. Si lo desea, puede acompañarla también de alguna fotografía.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Protección y cuidado, supervivencia y desarrollo, identidad, juego y esparcimiento, educación, no discriminación, autosuficiencia e integración activa en la sociedad... Un sinfin de derechos universales que son recogidos en nuestro marco normativo y que suficientemente son cubiertos cuando niños y niñas crecen en un entorno familiar normalizado.

Es cierto que es obligación del Estado proporcionar protección especial a los niños y niñas privados de su medio familiar, pero ello no sería posible sin el ofrecimiento de personas que voluntariamente quieren brindar su hogar a menores que, por circunstancias dadas, no pueden permanecer con su familia de origen.

Todo menor tiene derecho a beneficiarse de un nivel de vida adecuado para su desarrollo y es responsabilidad de las personas adultas proporcionárselo. Por ello, aquellos menores privados de familia requieren más especialmente que la población hable por ellos, impulsando las formas de ayuda a la infancia.

El acogimiento familiar es una de ellas, puesto que pretende incluir a un niño o una niña en una unidad familiar durante el tiempo que su familia no reúne las posibilidades de atenderlo, evitando así que se mantenga en un centro de protección.

De este modo, los niños y niñas acogidos reciben un tratamiento apropiado que permite su recuperación y reintegración social, ayudándole el hogar familiar acogedor a reorganizar la mochila que cargan para que sea menos pesada a lo largo de sus vidas.

En la provincia de Córdoba, muchos de estos menores presentan necesidades especiales. Es por ello que se precisan familias que además de cariño y dedicación, aporten su capacitación para cubrir dichas carencias y favorezcan el desarrollo integral de los menores susceptibles de acogimiento.

De esta manera, desde el Programa de Acogimiento Familiar de la Asociación AVAS, apoyada por la Asociación de Familias Acogedoras “Mírame”, hemos organizado en toda la provincia una serie de actos recreativos y de sensibilización para celebrar hoy el Día Internacional de la Infancia.

No obstante, abogamos por que la mejor forma de celebración es proclamar, no solo con motivo de este día sino de todos los del año, el derecho de todos los niños y niñas a una familia y dar a conocer el recurso del acogimiento familiar como un modo de garantizar la protección a la infancia.

Velar por el interés superior de los niños y las niñas es una consideración primordial, de la que debemos ocuparnos toda la ciudadanía. Súmate al llamamiento de los menores desamparados de la provincia de Córdoba, quienes alzan el lema ¿Quieres ser mi familia? y formarás parte de su solución.

Si quieres recibir más información sobre el recurso de Acogimiento Familiar de menores, no dudes en llamar a la línea gratuita 900 102 380 y, gustosamente, el equipo técnico del programa te atenderá.

MARÍA JESÚS HARO SERRANO
  • 30.3.13
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de un artículo remitido por José Miguel Delgado, coordinador de la Plataforma Andaluza de Defensa del Sistema de Dependencia y Servicios Sociales. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a nuestra dirección digitalmontalban@gmail.com exponiendo su queja, comentario o sugerencia. Si lo desea, puede acompañarla también de alguna fotografía.

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Ayer por la tarde estuve mirando unas fotos antiguas. Había muchas de cuando ni tan siquiera había nacido y otras en las que se me veía feliz y despreocupado por el mundo, sonriendo con mis primos, con mis padres, con mi hermana… disfrutando de lo que el mundo me regalaba y adaptando mi necesidad de ser feliz a cualquier imprevisto que pudiera surgir, con la capacidad inmaculada de quien simplifica las cosas como lo haría un niño.

Sinceramente, tuve un pellizco de pena por no poder volver a vivir aquellas experiencias: paellas improvisadas en el campo, paseos entre vides y olivos sin orientación alguna, juegos campestres con la compañía de los míos… Aquellos días en los que el mayor problema que uno tenía era el habernos pelado la rodilla jugando al “pilla pilla”.

Y tras eso, la realidad: familias pasando penurias insoportables; abuelos que ruegan una migaja para poder dar de comer a sus hijos y sus nietos: personas que claman por un puesto de trabajo… Dolor, pena, indignación… La solución, según algunos, pelear, el individualismo, la ley de la jungla… porque no hay para todos.

No lo entiendo, por más que pretendáis hacérmelo ver, por más que os obcequéis en meterme en la cabeza la idea de que no se puede ir de inocente por la vida… La idea de que para medrar en la vida hay que ser “malo”... Jamás lo conseguiréis.

Este mundo está empecinado en hacernos ver que las personas necesitamos el mal para vivir, que los sentimientos de rabia, ira y frustración son necesarios para que la sociedad “se espabile” y avance, pisando a los débiles e inocentes, que “jamás aportarán nada positivo a este mundo”.

Me horroriza, me enerva y me asquea vivir rodeado de ese ambiente pérfido y pesado, que nos hace tensar nuestra musculatura para estar siempre alerta, con el único fin de controlar quién nos ataca o a quién podemos atacar para “sacar tajada”. La cultura del “trapicheo”, del comportamiento de lo oculto, de las malas intenciones… todo eso nos está llevando a una corriente extenuante de miedos, de incertidumbres y de autodestrucción.

Me resulta insoportablemente agotador vivir así; vivir pensando que alguien me va a engañar, que hay que ir con segundas intenciones para conseguir nuestros fines y que, éstos, son incompatibles con los de cualquier otra persona.

No señores, no. Desde aquí me declaro insumiso, objetor de conciencia… Ejerzo mi derecho a desobedecer a esta sociedad quemada y envenenada. Ya no quiero ser un miembro más de este gran engaño ni quiero ser más otro engranaje de esta película mal montada.

Desde aquí reclamo mi derecho a ser inocente, despreocupado, benevolente y cooperador. Desde aquí exijo mi derecho a vivir por y para el bien común, con la única obsesión de hacer de este mundo un lugar más apacible y agradable para todo el mundo, enarbolando la bandera de la dignidad como única vara de medir y el rasero de la esperanza como único guión.

Sí señores, este es un alegato en favor del “buen rollo”; este es un documento de apología del positivismo y una arenga a salir a la calle con una sonrisa y a generar sinergias positivas capaces de volver bocabajo a quienes quieren oscurecer nuestras vidas.

Yo, desde aquí, lanzo mi llamamiento a salir a la calle a cambiar las cosas desde la positividad, la esperanza, la solidaridad y en favor de todos: jamás en contra de nadie. Yo, desde aquí, reivindico mi derecho a ser positivo, mi derecho a reclamar la lucha por el bien común.

JOSÉ MIGUEL DELGADO

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  • 23.3.13
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de un artículo remitido por un lector en el que trata de compartir su particular visión sobre la Semana Santa. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a nuestra dirección digitalmontalban@gmail.com exponiendo su queja, comentario o sugerencia. Si lo desea, puede acompañarla también de alguna fotografía.

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Otro año más nos metemos de lleno en el que, posiblemente, sea el más popular de los escaparates cristianos del año, donde mostramos de una forma más social o cultural que religiosa la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo: nuestra Semana Santa.

Y cuando reflexiono sobre las palabras de nuestro Papa Francisco "... Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres", me digo a mí mismo: "cómo me gustaría una Semana Santa cristiana y para todos...", donde hubiera menos gomina y más cubrerrostro; menos gritos y más oración; menos estrenos y más caridad; un poquito menos de liturgia y más pastoral de la que se hace con obras y ejemplo...

Una Semana Santa en la que los matices sociales, culturales y a veces mundanales no ahogaran el mensaje y el sentir cristiano; en la que el centro de gravedad, lo importante, no estuviera en el sufrimiento, en la injusta condena o en la muerte sino en la Resurrección de Cristo que, al fin y al cabo, es lo más importante, aunque no tengamos dos días festivos después para salir a la calle a celebrarlo.

Esta es la simple opinión de un cristiano de a pie. Un saludo,

FRANCISCO JOSÉ MORILLA
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  • 18.2.13
Montalbán Digital se hace eco en su Buzón del Lector de un artículo remitido por José Miguel Delgado, coordinador de la Plataforma Andaluza de Defensa del Sistema de Dependencia y Servicios Sociales, sobre la actitud que deben mostrar los ciudadanos para conseguir el bien común. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a nuestra dirección digitalmontalban@gmail.com exponiendo su queja, comentario o sugerencia. Si lo desea, puede acompañarla también de alguna fotografía.

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En días como el de hoy, en los que parece que el motor empieza a venirse abajo por la dureza de la pendiente, a veces me da por pensar que merece la pena aparcar a un lado y observar el camino. Vivimos momentos duros, difíciles; eso lo sabemos y no pasa un día en el que dejen de repetírnoslo desde los medios de comunicación o en el bar, mientras tomamos el café. Es cierto, la vida se nos ha presentado complicada y se torna de un color cada vez más oscuro y eso, la verdad, asusta. Yo me siento asustado desde hace mucho.

Cada día me levanto con el peso de la incertidumbre sobre mis hombros y, como la inmensa mayoría de la gente, tengo por una milésima de segundo, la tentación de dejarme caer. Afortunadamente mi espíritu soñador o “algo así” me empuja a continuar caminando y, sin saber muy bien porqué, esa inercia que se encaja en las vías de la esperanza, me empuja a seguir luchando.

Son ya diez años los que llevo enterrado en la pelea por la igualdad y la justicia; son muchas las almas que he visto sucumbir por el camino y, sinceramente, lo comprendo, es duro, pero hay que seguir. Cuando uno elige la pelea por lo que considera justo, la igualdad si ninguna búsqueda de beneficio personal, simplemente por el hecho de aportar dignidad a las personas para hacer sus vidas menos complicadas, son muchas las piedras que debe sortear en el camino.

Recuerdo ahora una frase que escucho muy a menudo y que dice “nadie da duros a 4 pesetas” o esa de “algo buscará” y de verdad que me entristece ver cómo la naturaleza humana se deja despeñar por ese terraplén del egoísmo y el lucro personal de un modo tan ligero.

Desde que tengo uso de razón, a mí y a las personas como yo nos han llamado de muchas maneras: “soñadores”, “inocentes”, “ilusos”… Siempre han intentado atarnos las alas a la espalda para que cejemos en nuestra actitud “soñadora” porque la vida es dura y “la gente es muy mala”. Pero, al menos en mi caso, esas palabras no hacen más que imprimirme un punto más de ánimo, de energía para continuar con la pelea por lograr que la gente se dé cuenta de que la mejor manera de llevar el mundo es por la senda del bien común.

Me niego a creerme eso de “ayúdate tú porque nadie te ayudará”, me niego a aceptar consignas como “para que unos ganen otros deben perder”. No, eso es mentira, el ser humano está hecho para conseguir ganar con el triunfo de todos y todas y, a pesar de que muchos podáis tachar mis palabras de ilusas e incluso ineptas, no lograréis hacerme cambiar de opinión. En esta sociedad, podemos lograr un modo de vida en el que todos y todas consigamos un triunfo.

Y es que, señoras y señores, este mundo está muy necesitado de un cambio de mentalidad; un cambio de mentalidad hacia posturas apoyadas en la solidaridad, en la igualdad, en la justicia social, en el desinterés por el beneficio económico y en la búsqueda constante del beneficio social por medio del “bien común” y eso, por más que los “buitres y cuervos” de nuestro mundo se empecinen en negarlo, es posible con una mentalidad limpia y libre oscurantismos y desconfianzas.

Uniendo fuerzas y sinergias positivas que sean capaces de llevarnos al beneficio común. Es cierto que debemos vivir y que para eso, necesitamos la economía, entre otras; sería cínico e iluso negarlo, pero yo planteo varias preguntas:

¿Por qué el modelo económico que tenemos es inamovible? ¿Por qué no “revolucionamos” los modelos productivos para que pongan en el centro las necesidades de las personas? ¿Por qué no articulamos nuestros sectores productivos en torno a líneas que marquen el bienestar de sus ciudadanos? ¿Por qué no cambiamos nuestra legislación para que el respeto y la dignidad de la gente sea el centro de la sociedad, por encima de otros intereses más cuestionables?

Estamos en una situación de crisis y, por tanto, de redefinición. No perdamos la oportunidad de cambiar las cosas nosotros. No perdamos la oportunidad de arrebatar el poder a los que nos han robado el alma para hacer negocio.

Nuestro esfuerzo y nuestro ánimo es el arma más temida por quienes están acostumbrados a sostener las riendas de este injusto sistema, por eso, con nuestra actitud cívica, comprometida y decidida, lograremos implantar el modus vivendi del “bien común”.

JOSÉ MIGUEL DELGADO

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