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La práctica deportiva "controlada" ayuda a mejorar el perfil glucémico de los pacientes que sufren diabetes

El paciente con diabetes debe practicar deporte como parte del tratamiento, ya que va a mejorar su perfil glucémico y su capacidad cardiovascular, pero debe realizarse de manera controlada y planificada para evitar subidas y bajadas de la glucemia. Así lo ha asegurado el doctor Joaquín Gómez Vázquez, jefe de la Unidad de Diabetes Infantil del Hospital Quirónsalud Córdoba, en la jornada titulada Tengo diabetes, ¿y ahora qué?, celebrada en el centro hospitalario.


El doctor Gómez Vázquez ha señalado que en esta jornada, organizada por la Unidad de Diabetes Infantil del Hospital Quirónsalud Córdoba y la Asociación para la Diabetes de Córdoba (Adicor), distintos especialistas han resuelto las dudas que surgen a los pacientes diagnosticados de diabetes para enfrentarse al día a día de esta enfermedad, así como de los padres de los niños que debutan.

El doctor Gómez Vázquez ha indicado que el deporte que practica el paciente con diabetes puede ser tanto aeróbico como anaeróbico, y lo ideal es la mezcla de los dos, ya que el primero tiende a bajar la glucemia y el segundo a elevarla. Por tanto, para hacer ejercicio el enfermo diabético debe estar bien controlado, ya que de no ser así empeoraría la glucemia con un aumento o disminución de la misma, lo que le llevaría al riesgo de padecer una hipoglucemia o una cetoacidosis. Así, el ejercicio debe ser planificado y a ser posible realizarse a diario con una duración entre 30 y 60 minutos.

Las dudas relacionadas con la alimentación también han centrado la sesión, ya que el índice glucémico y la carga glucémica de los alimentos van a elevar la glucosa en sangre después de las comidas. Los alimentos con un índice glucémico bajo aumentan lentamente la glucosa en sangre mejorando las cifras de glucemia por lo que es más fácil que se mantengan dentro de los parámetros normales con el tratamiento de insulina, mientras que esto no ocurre con los productos con un alto índice glucémico, como por ejemplo la sandía, el pan blanco o las galletas, entre otros.

El índice glucémico de un alimento va a depender de múltiples factores como son el tipo de alimento, su contenido en fibra, proteínas y grasas, la forma de procesarlos y la manera de cocinarlos, entre otros, por lo que el paciente de diabetes debe tomar alimentos con un índice glucémico bajo para mejorar su control metabólico, como es el caso de las legumbres, entre otros alimentos.

Monitorización continua

El doctor Gómez Vázquez ha señalado que un gran avance en el tratamiento y seguimiento del enfermo diabético ha sido la monitorización continua de glucosa mediante los sensores de glucosa, lo que ha llevado a que el paciente no tenga que hacerse punciones en los dedos para determinar su glucemia con tiras reactivas. Esta monitorización, además de informar de la glucemia en cada momento, indica lo que va a pasar posteriormente “y así poder adelantarnos con medidas correctoras a una subida o bajada de glucemia”.

Así, la tecnología es un gran avance para el tratamiento de esta enfermedad, pero no debemos olvidar que la base fundamental es una buena educación diabetológica, tanto en niños como en sus familias y también en pacientes adultos. La educación en diabetes per-mite establecer un plan de acción individualizado para ayudar al paciente a afrontar el diagnóstico de la enfermedad y conseguir un adecuado control, evitando descompensaciones y complicaciones de la enfermedad.

El doctor Gómez Vázquez ha insistido en que esta educación diabetológica es tan importante como la dieta, la insulina y el ejercicio en el abordaje de la diabetes, y “debe actualizarse pues los tratamientos están en evolución constante”.

La jornada ha contado con la participación, además del doctor Gómez Vázquez, de Lourdes de la Bastida, nutricionista del Hospital Quirónsalud Córdoba, la doctora Carmen de la Cámara Moraño, coordinadora de la Unidad de Endocrinología Infantil del Hospital Universitario Reina Sofía, y Claudia Medina, presidenta de Adicor.

Quirónsalud en Andalucía

El Grupo Hospitalario Quirónsalud cuenta en la actualidad en Andalucía con siete centros hospitalarios situados en las ciudades de Málaga, Marbella, Los Barrios (Cádiz), dos en Sevilla, Córdoba y Huelva, además de 17 centros médicos de especialidades y diagnóstico y un hospital de día quirúrgico, que lo posicionan como líder hospitalario privado de esta comunidad autónoma.

Quirónsalud es el grupo hospitalario líder en España y, junto con su matriz Fresenius-Helios, también en Europa. Cuenta con más de 40.000 profesionales en más de 125 centros sanitarios, entre los que se encuentran 47 hospitales que ofrecen cerca 7.000 camas hospitalarias.



Dispone de la tecnología más avanzada y de un gran equipo de profesionales altamente especializados y de prestigio internacional. Entre sus centros, se encuentran el Centro Médico Teknon, Ruber Internacional, Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Fundación Jiménez Díaz, Hospital Quirónsalud Barcelona, Hospital Universitario Dexeus, Policlínica de Gipuzkoa, etc.

El Grupo trabaja en la promoción de la docencia (ocho de sus hospitales son universitarios) y la investigación médico-científica (cuenta con el Instituto de Investigación Sanitaria de la FJD, único centro investigador privado acreditado por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación).

Asimismo, su servicio asistencial está organizado en unidades y redes transversales que permiten optimizar la experiencia acumulada en los distintos centros y la traslación clínica de sus investigaciones.

Actualmente, Quirónsalud está desarrollando más de 1.600 proyectos de investigación en toda España y muchos de sus centros realizan en este ámbito una labor puntera, siendo pioneros en diferentes especialidades como oncología, cardiología, endocrinología, ginecología y neurología, entre otras.

REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
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