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Las cooperativas del marco Montilla-Moriles afrontan esta semana la recolección de las variedades tintas

La vendimia tinta es ya una realidad en el marco Montilla-Moriles. A falta de la cooperativa San Acacio de Montemayor, que ha previsto iniciar la recolección de las variedades de uva negra a finales de esta misma semana, tanto la cooperativa Nuestra Señora de La Aurora como La Unión, ambas de Montilla, han comenzado ya a cosechar los primeros frutos que darán lugar a los caldos amparados por el indicativo Vinos de la Tierra de Córdoba.



Los responsables de las tres entidades confían en mantener la producción con respecto al pasado año o, incluso, incrementar el aforo, hasta alcanzar los siete millones de kilos de uva. Así, de las 800 hectáreas de uva tinta que existen en el marco vitivinícola cordobés, más de 600 pertenecen a socios de la cooperativa La Unión, lo que significa que el 85 por ciento de este tipo de vino procede de esta entidad fundada en 1979 por un grupo de agricultores auspiciados por la Unión de Agricultores y Ganaderos (UAGA).

Otra de las entidades de referencia en la elaboración de vino tinto en Córdoba es la cooperativa Nuestra Señora de La Aurora de Montilla que, en esta campaña, confía en molturar cerca de 1,5 millones de kilos de variedades negras. “Hemos esperado a que la uva alcanzara los 12,5 grados Baumé para iniciar la recolección”, explicó a Montalbán Digital el presidente de la entidad, Juan Rafael Portero.

La recolección de variedades tintas suele arrancar cada año con la variedad merlot, la primera en madurar. Tras ella, se recolectan las uvas del tipo syrah, tempranillo y cabernet sauvignon. “El año pasado comenzamos la vendimia de tinta el 29 de julio”, recordó Portero, quien hizo hincapié en que la calidad que presenta el fruto en la recta final de su proceso de maduración es "muy buena".

Por último, la cooperativa San Acacio confía en iniciar la cosecha de variedades tintas el viernes o el sábado próximos, tal y como confirmó a este periódico el ingeniero técnico agrícola Juan Antonio Jiménez. En Montemayor, las primeras plantaciones de esta clase de uva se realizaron en el año 2000, al amparo de las ayudas que la Unión Europea concedió para la reconversión y la reestructuración del viñedo de la zona Montilla-Moriles. Con todo, la primera cosecha de variedades tintas en la cooperativa San Acacio no llegaría hasta el mes de agosto de 2002.

En la actualidad, la sociedad montemayorense cuenta con más de 30 hectáreas de viñedos de variedades tintas. De ellas, un 80 por ciento están dedicadas a la variedad syrah; un 15 por ciento a uva tempranillo y el cinco por ciento restante a tintilla de Rota.

El sector confía en potenciar el consumo interno

A tenor de los datos que maneja la cooperativa La Aurora, el consumo interno es la gran asignatura pendiente de los caldos amparados por el indicativo Vinos de la Tierra de Córdoba. “Se trata de unos vinos extraordinarios, de una calidad muy reconocida, tal y como acreditan los numerosos premios que se vienen cosechando año tras año, pero en la provincia tenemos un consumo que todavía no es suficiente”, reconoció Juan Rafael Portero.

Las peculiaridades de los vinos tintos que nacen de los viñedos de la Campiña cordobesa, con una personalidad muy acentuada al proceder de tierras muy cálidas, es ya bastante apreciada en países como China, Reino Unido, Polonia, Francia o Italia, si bien el sector confía en invertir esta tendencia y potenciar el consumo interno. “La provincia de Córdoba se debería volcar con nuestros tintos porque son extraordinarios y con una calidad más que contrastada”, defendió el presidente de La Aurora.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR