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Asaja-Córdoba advierte que la nueva PAC "podría llegar a terminar" con los viñedos del marco Montilla-Moriles

La nueva Política Agraria Común (PAC) "podría llegar a terminar" con los viñedos del marco Montilla-Moriles. Así de rotundo se expresó ayer el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja-Córdoba), Ignacio Fernández de Mesa, quien alertó de los "efectos negativos" que conllevaría la exigencia de implantar una cubierta vegetal en cultivos como el de la vid.


A juicio del presidente de Asaja-Córdoba, esta medida "se trata de otro disparate más" de la reforma de la PAC que, según Fernández de Mesa, "ha impuesto sin diálogo ni rigor agronómico el Gobierno de España y que, en este caso, podría acarrear una gravísima consecuencia para esta importante y tradicional zona de la provincia de Córdoba".

El presidente de la organización agraria recordó que la superficie de viñedo en Montilla-Moriles ha pasado en las últimas décadas de 20.000 hectáreas a alrededor de las 4.000 actuales. "Es un cultivo cuya viabilidad está en peligro en esta zona y, si a eso se le suman los requisitos de la reforma de la PAC, puede ser el fin de este histórico cultivo", recalcó.

Para Asaja-Córdoba, y en la línea de lo que denunció hace unos días la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la obligación de la nueva PAC de mantener cubiertas vegetales vivas que compitan con el cultivo entre octubre y marzo (condicionalidad reforzada) o anualmente (ecorrégimen) afectaría significativamente a la producción, “lo cual haría inviable este cultivo y daría lugar al abandono del mismo”.

Y es que la viña es muy susceptible al estrés hídrico, lo que quedó demostrado en un estudio realizado en Córdoba por el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) al hacer ensayos con cubierta en viña de 2013 al 2018, que concluyó que la reducción de la producción, por la competencia por el agua, fue de más de un 50 por ciento.

Fernández de Mesa explicó que si el agricultor opta por no cumplir estos requisitos, "podría perder la ayuda básica a la renta por no cumplir la condicionalidad y, además, perdería también las ayudas del eco régimen por no poder solicitarlo".

También, si se optara por el ecorrégimen de cubiertas inertes, solo podría hacerse en pendientes inferiores al 10 por ciento (por condicionalidad), que son pocas en la zona, y sería un foco incontrolable de plagas y enfermedades (fundamentalmente de hongos), lo cual también sería inviable.

Junto a todo esto, se une que el 50 por ciento de la superficie total del viñedo, aproximadamente 2.000 hectáreas, es viña en vaso con un marco de plantación de 2 x 2 metros y la nueva norma prohíbe el uso de herbicidas para el control de la cubierta vegetal. "Teniendo en cuenta estas dimensiones, es técnicamente imposible desbrozarla porque no hay maquinaria para ello, ya que las cepas se tocan unas con otras", advirtió ayer Asaja.

Fernández de Mesa explicó que "la viña empieza a brotar en febrero y, al crecer sus ramas, no pueden hacerse labores mecánicas porque se destrozarían las viñas". Hasta ahora, el control de hierba se hacía con herbicidas antes de esa fecha.

En definitiva, Asaja Córdoba señala que “la competencia con el agua y el manejo de las cubiertas vegetales hacen inviable las ayudas” de la nueva PAC en la viña. Además, “es desproporcionado exigir por condicionalidad la misma anchura de cubierta, un metro, en viñas y olivar, cuando los marcos de plantación son muy inferiores”, apuntó.

A todo ello, hay que añadir que, para modernizar los viñedos más antiguos, hay que cumplir la condicionalidad, “con lo cual también se cerraría la puerta a modernizar la viña”. En conclusión, finalizó Fernández de Mesa, “un disparate más que demuestra el desconocimiento de quienes han elaborado la normativa y que puede conducir a un masivo abandono de las viñas en Montilla–Moriles”.

REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR